Cuando llega el invierno, el consumo de gas en el hogar se dispara, y con él, las dudas sobre cómo reducir la factura sin sacrificar el confort. En la búsqueda de soluciones es común encontrar consejos populares que prometen ahorrar gas, pero que en realidad pueden resultar ineficaces o incluso peligrosos. Por eso, es esencial saber distinguir entre los mitos y las prácticas que realmente funcionan.
En este artículo, desmentiremos algunos de los mitos más frecuentes sobre el ahorro de gas y te proporcionaremos consejos prácticos y seguros para optimizar tu consumo. Porque ahorrar gas en invierno no solo es posible, sino que también puede ser sencillo si se cuenta con la información adecuada.
Dejar la calefacción encendida todo el día a baja temperatura ahorra más gas
Es una de las creencias más extendidas y, sin embargo, está lejos de ser cierta. Muchas personas piensan que mantener la calefacción encendida a baja temperatura durante todo el día es más eficiente que apagarla y encenderla según sea necesario, pero esta práctica puede aumentar considerablemente el consumo de gas.
Verdad:
El sistema de calefacción trabaja constantemente para mantener una temperatura estable, lo que genera un gasto continuo, incluso cuando no se necesita calefacción. Lo ideal es programar el termostato para que la calefacción funcione solo en los momentos en los que estés en casa, ajustando la temperatura a 19-21°C durante el día y a unos 16-17°C por la noche. Además, el uso de termostatos inteligentes permite optimizar los horarios de encendido y apagado, adaptándose a tus rutinas y evitando desperdicios.
Consejo práctico:
Aprovecha la programación horaria y ajusta las temperaturas según las necesidades reales de tu hogar. Esta estrategia puede ayudarte a ahorrar gas, pero también reduce las emisiones de CO₂ asociadas al consumo energético contribuyendo al cuidado del medio ambiente. Pequeños cambios en tus hábitos pueden marcar la diferencia, tanto en tu factura como en la sostenibilidad del planeta.
Si tengo calefacción central, no puedo instalar métodos de ahorro
Es un mito frecuente pensar que los hogares con calefacción central están condenados a un consumo energético ineficiente y sin opciones de control.
Verdad:
Incluso en sistemas de calefacción central, es posible implementar soluciones como la instalación de válvulas termostáticas en los radiadores. Estas válvulas permiten regular el flujo de agua caliente que circula por cada radiador, ajustando así la temperatura en cada estancia según las necesidades específicas de los usuarios. Esto no solo aumenta el confort al permitir controlar mejor la temperatura, sino que también contribuye a un ahorro energético significativo.
Es importante tener en cuenta que la instalación de válvulas termostáticas debe realizarse de manera selectiva y bajo supervisión profesional. Esto garantiza que el sistema funcione correctamente y se eviten problemas como la falta de circulación en la caldera si todos los radiadores estuvieran cerrados al mismo tiempo.
Consejo práctico:
Consulta con un técnico especializado para evaluar la viabilidad de instalar válvulas termostáticas en tu sistema de calefacción central. Además, recuerda que este artículo incluye más adelante otras medidas de ahorro que no dependen del sistema de calefacción instalado, sino de cómo optimices el uso y la adecuación del entorno en tu hogar.
De este modo, aunque no puedas controlar directamente la calefacción central, aún puedes aplicar estrategias efectivas para reducir el consumo y mantener un hogar cálido y eficiente durante el invierno.
Sellar las rejillas de ventilación mejora el ahorro energético
En algunos hogares, especialmente aquellos con sistemas antiguos de calefacción o calentadores de gas, las rejillas de ventilación son esenciales para garantizar la seguridad y evitar la acumulación de gases peligrosos. Sin embargo, en viviendas modernas con calderas estancas, esta afirmación no se aplica porque estos sistemas no necesitan rejillas de ventilación para su funcionamiento.
Verdad:
Si tu vivienda dispone de una caldera estanca, no será necesario preocuparse por rejillas de ventilación relacionadas con el sistema de calefacción, ya que este tipo de calderas toma y expulsa el aire directamente desde el exterior de forma segura. Sin embargo, para quienes utilizan sistemas más antiguos, es fundamental no bloquear las rejillas de ventilación, ya que garantizan la correcta circulación del aire y previenen problemas graves como la acumulación de monóxido de carbono.
En cualquier caso, el aislamiento térmico eficiente sigue siendo clave para reducir el consumo energético. En lugar de sellar rejillas que puedan ser necesarias por otras razones (como la ventilación natural del hogar), lo mejor es centrar los esfuerzos en reforzar puntos clave como puertas, ventanas o techos.
Consejo práctico:
- Para viviendas con calderas modernas: Asegúrate de que tu sistema está correctamente instalado y mantenido. Optimiza el aislamiento térmico en otras áreas del hogar.
- Para viviendas con sistemas más antiguos: Nunca bloquees las rejillas de ventilación necesarias para la seguridad y opta por soluciones como cortinas térmicas o burletes para puertas y ventanas para mejorar el confort sin riesgos.
Un termostato más alto calentará la casa más rápido
Cuando el frío aprieta, es común pensar que subir el termostato a temperaturas altas hará que la casa se caliente más rápido. Sin embargo, esta creencia es errónea y puede resultar en un consumo innecesario de gas.
Verdad:
El funcionamiento de la calefacción no depende de la temperatura marcada en el termostato, sino de la capacidad del sistema y la diferencia entre la temperatura interior y exterior. Subir el termostato a una temperatura excesiva solo hará que el sistema funcione más tiempo para llegar a esa temperatura, aumentando el gasto energético sin mejorar la rapidez del calentamiento.
Para un confort térmico eficiente, se recomienda mantener una temperatura constante entre 19-21°C durante el día y bajarla a 16-17°C por la noche. Este rango no solo garantiza bienestar, sino que también ayuda a mantener un consumo energético equilibrado.
Consejo práctico:
Instala un termostato programable o inteligente que regule la temperatura automáticamente según las franjas horarias y el uso de cada estancia. Así evitarás derroches y te asegurarás de que el sistema funcione de forma óptima.
Métodos de ahorro que sí funcionan
Aunque los mitos pueden llevarnos por el camino equivocado, existen estrategias comprobadas para optimizar el consumo de gas y mantener el hogar cálido durante el invierno. Aquí te compartimos algunos métodos que realmente funcionan:
Revisión y mantenimiento del sistema de calefacción
Un sistema bien mantenido es más eficiente y consume menos energía. Limpiar regularmente los radiadores, purgarlos cuando acumulen aire y realizar una revisión anual de la caldera son prácticas esenciales para garantizar un funcionamiento óptimo y seguro.
En cuanto a los radiadores, se recomienda purgarlos al menos una vez al año, preferiblemente antes del inicio de la temporada de calefacción, aproximadamente en otoño. Este procedimiento elimina el aire acumulado que puede dificultar la correcta circulación del agua caliente, mejorando la eficiencia del sistema. Además, si notas ruidos como gorgoteos o que la parte superior del radiador está más fría que la inferior, es un indicativo de que es necesario realizar un purgado adicional.
Una caldera en buen estado puede reducir el consumo energético hasta un 15%, y un sistema de radiadores purgado garantiza una distribución uniforme del calor, maximizando el confort en el hogar y minimizando el gasto energético.
Aislamiento térmico del hogar
Un hogar bien aislado conserva mejor el calor, lo que permite usar menos la calefacción. Instalar burletes en puertas y ventanas, colocar cortinas gruesas y añadir alfombras en los suelos ayuda a minimizar las fugas de calor. Si el presupuesto lo permite, considera el aislamiento de paredes o techos, ya que el 25-30% del calor se pierde a través de estas superficies.
Uso estratégico de la calefacción
Cerrar las habitaciones que no se utilizan y aprovechar el calor natural del sol durante el día son formas sencillas de optimizar el uso de la calefacción. Además, ventila tu casa durante 10 minutos en las horas más cálidas del día para renovar el aire sin enfriar en exceso el ambiente.
Simplifica y ahorra unificando tus servicios
Controlar el consumo no siempre es suficiente para evitar sorpresas en las facturas de gas, especialmente con las fluctuaciones de precio en invierno. Una solución eficaz para mejorar la previsión de gastos y aumentar la comodidad es integrar todos los suministros en un mismo servicio o recibo.
En este contexto, el Pack Ahorro de Visalia es una herramienta clave para las familias que buscan simplificar sus pagos y optimizar su economía doméstica. Este servicio permite agrupar luz, gas, fibra y móvil en un único recibo mensual personalizable, eliminando sorpresas y ajustándose a las necesidades reales de tu hogar.
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